La Terapia Miosfascial trabaja sobre el sistema fascial, una extensa red de tejidos que recubre y conecta músculos, huesos y articulaciones. Mediante técnicas de estiramiento, compresión y liberación manual, se busca aliviar restricciones y tensiones que pueden causar dolor o limitar el movimiento.
Es una herramienta clave para abordar dolencias crónicas y mejorar la funcionalidad global del cuerpo.
La fascia es un tejido que recubre músculos y órganos; tratarla ayuda a liberar tensiones y corregir restricciones que causan dolor.
La terapia miosfascial se centra en liberar el tejido conectivo profundo, mientras que el masaje tradicional se centra en la musculatura superficial.
Pueden verse mejoras tras la primera sesión, aunque el número varía según cada caso y la gravedad de las tensiones.
Puede resultar algo molesto si el tejido está muy tenso, pero el profesional ajusta la intensidad para evitar el dolor excesivo.
Sí, se combina frecuentemente con ejercicios terapéuticos y otras técnicas para obtener resultados más completos.
